martes, 3 de marzo de 2015

Toledo, culturas diferentes a la sombra del Alcázar

Influencia árabe a la sombra del Alcázar. 



Tras la visita a Zaragoza entramos a la Comunidad Autónoma de Castilla - la Mancha, en España Central. Llegamos al final del recorrido, la bulliciosa metrópoli de Madrid. Esta bella ciudad será retratada en otra crónica para no entrecortarla como lo hice en Roma. 

A 71 kilómetros de la capital de España se encuentra una ciudad con un aire medieval que se mantiene hasta nuestra época moderna. Para mí esta es la postal que me evoca a Europa, nada de sky scrappers ni modernos edificios. El acceso principal a esta joya con clara influencia de los bereberes se hace por el Puente de Alcántara (que viene de la voz árabe "al-qantara", y significa eso, "puente") situado a los pies del Castillo de San Servando. 

Toma del Alcántara y Castillo de San Servando sobre la colina.



Castillo de San Servando. 





Antes de entrar en la monumental ciudad de Toledo nos dirigimos hacia uno de los mejores miradores para obtener una panorámica de la ciudad completa. Circundada por el río Tajo, el panorama de Toledo está dominado por el una fortaleza cuadrangular, originalmente un pretorio romano, por su alta ubicación estratégica era un punto de vigía ideal para los habitantes. Su nombre deriva de la voz árabe "Al Quasabar" que significa "fortaleza". Siguiendo la línea del horizonte encontramos el alto y elegante campanario gótico de Santa María de Toledo, misma que visitaremos este día. Cerca de la torre se puede observar la cúpula azul de San Ildefonso junto a sus torres barrocas. 







Toledo es famosa por su acero. Durante las invasiones de los árabes a España, los herreros de Damasco introdujeron en la ciudad sus técnicas de fabricación de espadas y cimitarras elaboradas en acero damasquinado. Estas son famosas por su dureza y su filo casi eterno, ahora más que todo se utiliza para fabricar cuchillos de alta gama. Las grandes leyendas e historias de los pueblos se han forjado al filo de espadas cuyos nombres han trascendido hasta nuestros días: Joyeuse de Carlomagno, Excalibur del Rey Arturo, el Claymore de William Wallace, entre otras. Pero aquí en España las grandes batallas de Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, fueron escritas con sus dos fieles aceros: la Tizona y Colada. 





Camino por los estrechos callejones con el olor a justas y doncellas medievales. Mis pasos me conducen hacia la Iglesia de San Ildefonso, de la hermandad jesuita de España, con una alta fachada de cargado barroco.




A pocos pasos llego al templo principal de Toledo. Catedral de Nuestra Señora de Toledo, Catedral Primada de España. Obra cumbre del período gótico español. Compuesta por cinco naves, un crucero, y girolas. La bóveda sobre crucero es un perfecto tercelete, mientras que en las naves son cuatripartes. La fachada principal tiene dos puertas principales grandes.



La Puerta del Reloj o de la "Chapinería" tiene un tímpano con decoración exquisita de bajorrelieves. Se divide en cuatro porciones que muestran pasajes de la vida de Cristo como Natividad, adoración de los Reyes Magos, asesinato de los Santos Inocentes, la Huida a Egipto, Circuncisión, Bautismo, y las Bodas de Caná. El tímpano se remata con la escena del tránsito de la Virgen.



Las bóvedas del interior tienen una altura impresionante. Al estar construida de piedra blanca, la luz reflejada le da un carácter más iluminado que en la mayoría de iglesias de estilo gótico. Sobre la nave central se alza una roseta de singular belleza, adornada con vitrales, en la que traspasa la luz divina. Cerca de la Capilla Mayor encuentro una de las custodias más colosales que he visto en mi vida.










La Capilla Mayor encierra una alta cantidad de obras de arte, siendo su propia arquitectura una de ellas. Cerrada por rejas coronadas con un estilizado crucifijo. La capilla alberga el retablo más bello de Europa. Gótico florido español, previo al Renacimiento y elaborado por orden del Cardenal Cisneros. Cinco filas de filigranas apoyadas sobre la predela en el Sagrario. En cada una de las "calles" se relatan historias de la vida y Pasión de Cristo, todo ello rematado con un Monte Calvario.






El Coreto está compuesto de atriles y butacas cuidadosamente labrados. Sobre estos, dos monumentales órganos de cañones.









En el trasaltar Mayor, sobre el muro del ábside, se encuentra uno de los grupos escultóricos más ricos de toda Europa. El Transparente de la Catedral de Toledo es obra Narciso Tomé en estilo barroco y churringueresco. Construidos a manera de retablo y separados por el óculo, adornado con arcángeles y pasajes de Gedeón.





 En la Sacristía de la Catedral se encuentran algunas obras del famoso Theotokopoulos, más conocido como El Greco. Adornado con columnas de mármol con capiteles dorados. El Expolio es un óleo sobre lienzo de casi 3 metros de alto, restaurado en los talleres del Prado y devuelto a la catedral hace apenas nueve meses. En este lienzo, El Greco nos representa a Cristo, no como una divinidad, sino como un hombre recién capturado por sus inquisidores.







Cerca del barrio judío de Toledo se encuentra la Parroquia de Santo Tomé. Es en esta iglesia donde se encuentra enterrado Gonzalo Ruiz de Toledo, conocido como el Señor de Orgaz, un filántropo de su época y benefactor de la Villa de Orgaz. Sobre su tumba se encuentra la obra cumbre del El Greco. El entierro del Conde de Orgaz representa al Señor de Orgaz en su lecho de muerte. El plano central está dominado por negro en luto del Clero y las figuras de San Esteban y San Agustín que sostienen al Conde, ambos ataviados con vestiduras litúrgicas doradas. Junto a la figura de San Esteban, El Greco retrató a su hijo Juan Manuel y de su bolsa sale un pequeño papel donde firmó el artista. En el panel superior se muestra escena de gloria, presidiendo un Cristo Juez, con San Pedro que sostiene las Llaves.




Entrada la tarde y el hambre se hace sentir. Hora de probar uno de los platos más emblemáticos de España. Me dirijo a Cigarrales de Monte Rey en las afueras de Toledo para almorzar una exquisita paella con hermosas vistas de la ciudad. 





Terminado el día por la magnifica Toletum. Dejo atrás este peculiar casco urbano de ambiente del medioevo, con la esencia exacta de la España de antaño, donde alguna vez moros y cristianos convivieron dejando cada quien su huella en el alma de la ciudad. Me dirijo de vuelta a Madrid para intentar descansar un poco y visitar la Gran Vía por la noche. 

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