martes, 13 de enero de 2015

París

Crucero por La Senne

Para obtener una panorámica del París iluminado es necesario hacerlo desde el agua. La línea de cruceros Bateaux sería mi transporte alrededor de Ile de la Cité tomándolo en el muelle del Pont de'l Alma. Observando los grandes edificios (que más tarde describiré por aparte, en el orden de mi visita) como el Palacio de los Inválidos, el Museo de Orsay, la Place de la Concorde, mi favorito el Pont du Carrousel con el magno Musee du Louvre, las imponentes torres de la Catedral de Notre Dame de París (a veces se nombra solo como Notre Dame, pero cabe mencionar que también en París se encuentra Notre Dame de Lorette), y finalizando con la mejor vista de la Torre Eiffel elegantemente iluminada con múltiples destellos. 









Terminado el crucero me dirijo hacia los Champs Élysées para la cena. Hippopotamus Grills sería la opción de la noche, con un tartar de atún con tomate y mi primera gaseosa desde el vuelo de Iberia. 









París por la noche no puede terminar sin una visita al célebre Arco del Triunfo de los Campos Eliseos. Está magnífica obra, encargo del mismo Napoleón Bonaparte, tiene una estatua diferente en cada uno de sus pilares, estas son: La Paz, El Triunfo, La Resistencia, y La Marsellesa. 



El arco con las estatuas de La Marsellesa y Le Triomphe


Luego de esta visita nocturna llegué a mi hotel, el Mercure-Porte de Versailles Expo, delante de la Expo de París, donde se estaba llevando a cabo una exposición de maestros chocolateros de Europa. Sin embargo debo confesar que, presa del cansancio y agotamiento, lo único que hice fue enterrar la cabeza en la almohada hasta el día siguiente. 

La torre Eiffel


A primera hora de la mañana salgo en dirección al icono de París. Me aguarda un ascenso a 115 metros de altura hacia el segundo nivel de la Torre Eiffel. El cielo parisino está de un tono celeste y despejado, ideal para la observación panorámica de la ciudad. Ascendiendo por pilar norte, frente a mi se despliega la moderna área de la Défense con su séquito de sky scrappers como los de las grandes ciudades de Estados Unidos. Circunvalando el soporte logro divisar monumentos históricos de París como el Arco del Triunfo, las torres de Notre Dame de París, y la aguda cúpula de la Basilique du Sacre Coeur en Montmartre. 






Panorámica de París con vista a La Défense. 


Basilique du Sacre Coeur en la colina de Montmarte desde el segundo nivel de la torre Eiffel. 

El bohemio Montmartre

Descendiendo de la torre, siempre pendiente de los carteristas, tomo camino hacia el bohemio barrio y colina de Montmartre, famoso no solo por las grandes cúpulas blancas de Sacre Coeur, también por ser considerado la cuna del impresionismo. Comenzando mi recorrido por el sector de la picardía en Lapin Agile (un famoso cabaret). 




Siguiendo las estrechas calles hasta la imponente Basilique du Sacre Coeur (Basílica del Sagrado Corazón), famosa por sus órganos de cañones y el "Cristo Resucitado" de Merson elaborado en mosaico en la cúpula del Altar Mayor. Hice un recorrido por la Basílica mientras disfrutaba del coro de monjas y admiraba las obras de arte que adornaban los vitrales y esculturas del santoral católico.





Me interno en las calles de la bohemia colina donde se respira cultura en cada esquina. En los muros de la iglesia un grupo de cantantes africanos aporta alegría con sus ritmos y no hay mayor alegría para mi loco interno que bailar por las calles y para mi sorpresa, el cantante del grupo se unió a mi en mi improvisada coreografía.  


Para comer algo me detengo en un auténtico bistró llamado "Irish Pub". Sentado en la calle pido una crépe au fromage y una cerveza Guiness que me pareció excelente. Mi apetito insaciable me llevó hacia un carrito de salchichas en un pan baguette. 




La música inunda la atmósfera de Montmartre. El sonido del clarinete llegó a mis oídos y me hizo recordar mis días en la Banda Marcial del Infantes. 


En una de las ventanas de un café Starbucks un anuncio llamó mi atención. Un estilizado quetzal y un bosquejo del Volcán de Agua con la inscripción "Les origines d'une boisson d'exception...Guatemala Antigua" me provocaron entrar para pedir un café y mostrarle orgulloso mi DPI a la cajera y decir "Je suis du Guatemala". 


Tras visitar Montmartre el cartour salia de París en dirección a la antigua residencia del Delfín, el Palacio de Versalles. 



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